En ocasiones los apasionados por el automóvil nos sentimos como en El Show de Truman. Muchas veces desconocemos los pequeños “engaños” que ocultan los coches para mejorar su halo deportivo y ofrecernos algunas satisfacciones al volante, hasta el momento en que los descubrimos y nos damos cuenta de que todas estas satisfacciones fueron una farsa. El caso más llamativo y flagrante es el de los dispositivos encargados de “maquillar” y mejorar el sonido del motor y la línea de escape. Gracias a ello reconozco que he llegado a disfrutar como un enano con el sonido de algún motor diésel del que os hablaré próximamente, el equivalente a que Mick Jagger se deleite escuchando los últimos éxitos de Justin Bieber.
Pero el tema que verdaderamente nos ocupa en esta ocasión, es el caso del propietario de un BMW M135i que descubrió como sin la ayuda del equipo de sonido y un sistema similar al Active Sound Design del BMW M5, su flamante compacto deportivo perdía carácter y la banda sonora que le acompañaba en sus viajes había quedado inexorablemente desdibujada y apagada.
Antes: con el equipo de sonido desactivado:
Ventana externa
Después: con el equipo de sonido activado:
Ventana externa
BMW desarrolló un sistema que intenta captar sonidos del vano del motor y transmitirlos al habitáculo mediante el equipo de sonido.
En general la simulación de sonidos se suele llevar a cabo por dos motivos, el primero, que el coche sea incapaz de lograr las notas que deseamos disfrutar, por ejemplo, un eléctrico jamás podrá sonar como un V8. El segundo, controlar de primera mano los decibelios y la estridencia del motor para que este nos cautive pero no sea una molestia para los viandantes que pasan a nuestro lado ni para nosotros mismos en aquellos momentos en que queremos disfrutar de un viaje relajado. Precisamente este parece ser el caso del BMW M135i y el BMW M5.
Es por eso que también quiero romper una lanza a favor del BMW M135i. En este caso es una decepción que sin el equipo de sonido los rugidos del motor y sobre todo el espectro de los graves de este compacto deportivo, reduzcan su intensidad. Pero también pensemos que ateniéndonos a la descripción del sistema que ofrece BMW, no hace otra cosa que captar ciertas notas que se escuchan bajo el capó y trasladarlas hasta el habitáculo. He subido en circuito a un M135i y tengo que decir que el sonido no sólo me gustó, sino que en ningún momento pensé que este hubiera sido “maquillado” electrónicamente.
La otra opción hubiera sido reducir el aislamiento acústico del vano del motor, pero probablemente muchos nos quejaríamos de que el BMW M135i es demasiado incómodo y ruidoso y perdería su dualidad de compacto muy deportivo, pero también práctico. Y es que seamos realistas, no estamos hablando únicamente de un coche para circuito y fin de semana. Quien busque algo así es probable que encuentre, incluso dentro de BMW, opciones mucho mejores y más económicas.
En mayor o menor medida, todos lo hacen. ¿Dónde marcamos la línea roja?
Canales bajo el capó, válvulas de escape manuales o automáticas. En general las soluciones para “maquillar” el sonido del motor a placer, son muchas y muy comunes en todos los deportivos, independientemente de su naturaleza y precio.
Lo creamos o no, prácticamente todos los coches del mercado cuentan con ciertas artimañas para lograr este fin. No obstante en el caso del BMW y el equipo de sonido el tema parece cuanto menos delicado y polémico, ¿dónde marcamos la línea roja que separa una solución aceptable de otra artificial?Un Lexus LFA, por poner un ejemplo, cuenta con un sistema de canales en el capó y amplificadores de sonido diseñados por Yamaha para mejorar el sonido. No creo que a día de hoy nadie se haya quejado, ni lo vaya a hacer, de que el sonido de un LFA es artificial. Es más, hoy por hoy es de los sonidos más espectaculares y bellos que podemos disfrutar en un superdeportivo y un rugido que tengo grabado a fuego en mi cabeza desde que lo probase a casi 300 km/h en la pista de un aeropuerto.
También lo mencionábamos en su día en la prueba del Ford Focus ST. Entonces nos resultó sorprendente lo silencioso y tranquilo que resultaba este coche al ralentí o a bajas vueltas y la transformación que sufría cuando de lo que se trataba era de subir a la línea roja del cuentarrevoluciones. La apertura de válvulas de escape contribuye en muchos casos a esta dualidad tan apreciada por aquellos que quieren un deportivo, pero también un coche práctico.